El espíritu marista siempre se ha reflejado a lo largo de los años; los valores humanistas y morales han sido el común denominador a través de tantas generaciones estudiantiles; abarcando el ímpetu que el alumnado obtiene para ayudar a otros, como la empatía evolucionada con el tiempo desde los inicios de la universidad.
Hace algunas semanas, las intensas lluvias afectaron a una gran parte del centro y sur del país. Un gran sector de esta población perdió sus viviendas y obtuvieron pérdidas materiales.
Por ello, nos dimos a la tarea de volver a ser solidarios y de enardecer el corazón marista que, por generaciones, hemos visto alzar la manos y empuñar el espíritu que conforma nuestros valores humanos.
A partir del 23 de septiembre, se hizo el llamado a la comunidad, logrando que sólo unas horas después, el apoyo se viera reflejado. El 8 de octubre, los víveres fueron trasladados hacia Pachuca, Hidalgo, gracias al apoyo del Instituto México Secundaria de la CDMX brindando el transporte necesario para la mudanza de los víveres; aunado a eso, el colegio Marista de Pachuca mostró su empatía con nuestros hermanos y hermanas de Tula, Hidalgo.
Una vez más, este tipo de acciones son las que enaltecen y vuelven a demostrar lo que la Universidad Marista está dispuesta a siempre dar sin recibir nada a cambio. Esto representa el ADN que San Marcelino dejó como herencia. Con el pensamiento en alto hacia nuestros semejantes y el alma forjada para siempre apoyar.
El lema “Ser Para Servir” siempre será ejemplo de nuestra virtud.
“Todo a Jesús por María, todo a María para Jesús”.