El pasado 24 de enero celebramos con mucho entusiasmo las graduaciones de licenciatura y maestría, un evento que marcó el cierre de una etapa llena de aprendizaje, esfuerzo y dedicación.
En un ambiente de emoción y gratitud, los egresados recibieron sus diplomas rodeados de familiares, amigos y docentes, quienes fueron testigos del fruto de su compromiso y pasión por el conocimiento. Fuimos acompañados por militares para darle honor a nuestra bandera y claro que al final brindamos por está gran etapa.
Esta generación no solo lleva consigo una sólida formación académica, sino también los valores maristas que guiarán nuestro camino profesional y personal. ¡Felicidades a todos los graduados! Estoy segura de que nuestro talento y vocación transformarán el mundo. 🌎✨
Mi experiencia en la Universidad Marista
Culminar mi etapa universitaria en la Universidad Marista ha sido un viaje lleno de muchos aprendizajes, desafíos y experiencias inolvidables. Tengo la dicha de pertenecer a esta gran Comunidad Marista desde bachillerato, desde el primer día, esta institución no solo me brindó conocimientos, sino que también me inculcó valores como la solidaridad, la ética y el servicio a los demás. Cada clase, cada reto y cada amistad forjada en estos años han sido parte fundamental de mi formación. Hoy, al cerrar este capítulo, me llevo grandes recuerdos y una profunda gratitud hacia mis profesores, compañeros y todas las personas que fueron parte de esta etapa. Realmente la Universidad Marista se convierte en tu segundo hogar.
¿Y ahora…qué sigue? Con ilusión, me preparo para nuevos retos profesionales y personales, con la certeza de que los principios y enseñanzas maristas me guiarán en cada paso que dé. El camino apenas comienza, y estoy lista para enfrentar cada desafío con pasión y compromiso. Dejar atrás esta formación va a costar trabajo ya que no es mentira cuando dicen que tu institución se vuelve tu segunda casa, pero en mi camino me llevo todo lo aprendido y les digo a los que aún están en proceso de acabar su ciclo escolar que nunca se den por vencidos, que aprendan mucho y que no se olviden ser siempre ser felices.
¡Que viva el espíritu Marista en su corazón!
Odeth González Rabadán
Alumna de la Licenciatura en Derecho