Si lo analizamos a fondo, cada momento y lugar en la vida representa una oportunidad de aprendizaje. Sin embargo, hemos limitado este proceso casi exclusivamente al aula dentro de las instituciones educativas. Existe, además, el conocimiento tácito, aquel que adquirimos de forma natural en nuestra vida cotidiana y en los diversos entornos en los que nos desenvolvemos. Esta manera de aprender tiene un enorme potencial y, si la estimulamos adecuadamente, podemos transformar cualquier instante y espacio en un escenario para el desarrollo del saber. Bajo este precepto propongamos algunas ideas que pueden ser buenas estrategias para aprender en casa:
Socializar de manera directa: darse espacios para platicar y convivir sin la intervención de dispositivos electrónicos (televisores, radios, celulares, computadoras o tabletas) buscando temas comunes o generales, esta charla permite transferir conocimiento y resolver dudas a niveles más íntimos y tranquilos lo que enriquece nuestro saber y mejora nuestro acervo cognitivo.
Ver documentales, series o películas: esto desde la perspectiva más amplia de sólo diversión, sino como complemento a tareas escolares, próximas exposiciones o temas tratados en clases, lo que permite un espacio de discusión y de consumo de contenido enfocado a mejorar la experiencia de aprendizaje, ayudando a asimilar de manera significativa el conocimiento recibido, tener mayor visión de un tema o ampliar la cultura general, lo que ayuda a optimizar el punto anterior también.
Leer: a veces ni siquiera tiene que ser sobre un tema en específico, pero el puro hábito de la lectura estimula la imaginación, mejora el vocabulario, la capacidad de redactar y nos sirve para trabajar el enfoque mental y la paz mental.
Realizar actividades artísticas: el arte en general ayuda a calmar la mente, a fluir y a conectar con nuestros pensamientos, cuando hacemos cualquier actividad con enfoque en actividades de esté tipo nos ayuda a relajarnos y preparar la mente para procesos profundos, esto es recomendable cuando se tienen que presentar evaluaciones o nos sentimos sin ideas o con bloqueos mentales, además de estimular la creatividad y conectarnos con nosotros mismos, lo que genera una buena apertura mental.
Elaborar mapas conceptuales y mentales: está es una manera de repasar, asimilar y sintetizar el conocimiento aprendido durante la jornada escolar, poniendo en claro los temas centrales, organizando la información y realizando conexiones sistémicas que nos permite darle un sentido significativo a lo que vimos en clases, además ayuda en los procesos cognitivos para aterrizar y relacionar todo ese conocimiento, está estrategia permite y facilita el estudio general de cualquier materia y nos ayuda a tener sentido de cómo se conecta todo eso en nuestro entorno y desarrollo escolar.
Estas estrategias pueden parecer muy simples, pero son potenciadores de nuestra capacidad de asimilar conocimiento, darle sentido a lo aprendido y verle aplicación en lo cotidiano, lo importante es no dejar de mantener la mente abierta y receptiva al aprendizaje.