Un emprendedor es una persona con creatividad, capacidad de adaptarse al cambio, pasión, flexibilidad, y sin miedo de arriesgarse a hacer cosas nuevas.
Fomentar el emprendimiento en los adolescentes no solo se trata de enseñarles a montar un negocio, sino de dotarlos de las herramientas para desarrollarse en un mundo altamente competitivo. Existen pisos de soporte que posibilitan el desarrollo de la creatividad y el espíritu emprendedor. Por ello, antes de todo, hay que enseñarles a nuestros hijos a manejar sus propios recursos, trabajar en equipo, a ser líderes, tener confianza en sí mismo y desarrollar su inteligencia emocional. Luego vendrá el entrenamiento en habilidades gerenciales y financieras.